Introduce al problema. El cuerpo del trabajo inicia con una introducción que presenta el problema específico bajo estudio y describe la estrategia de investigación. Antes de escribir la introducción responder a las siguientes preguntas:
¿Porqué es este problema importante?
¿Cómo la hipótesis y el diseño experimental se relacionan con el problema?
¿Cuáles son las implicaciones teóricas del estudio?
¿Cuáles son la proposiciones teóricas evaluadas y cómo ellas fueron derivadas?
Una buena introducción responde a estas interrogantes en uno o dos párrafos. El lector después de este párrafo deberá saber qué se hizo y porqué se hizo.
Desarrollo. Se discute la literatura pero no se hace una revisión histórica exhaustiva. Se asume que el lector conoce el campo de estudio. Citar y referencias trabajo directamente relacionados con el trabajos. Al citar trabajos previos enfatizar principales hallazgos, procedimiento metodológico y conlusiones relevantes.
Mostrar lógica en la continuidad de trabajos previos al presente trabajo. Desarrollar el problema con suficiente claridad. Cuando existe información controversial, únicamente presentar la conclusión de cada perspectiva y no abundar en la discusión.
Propósitos. Después de plantar el problema se deberá estar en posición de decir que se hizo (conceptualmente) para resolverlo. Esto debe ser presentado como final de la introducción, definiendo además las variables y especificando con claridad la hipótesis.
¿Qué variables planeo manipular?
¿Qué resultados espero y porqué los espero?
La lógica detrás de la pregunta anterior debe ser explícita y exister un desarrollo lógico para cada hipótesis.