Psicología y Conciencia: el eje conceptual
Rafael Aluni,
Julio César Penagos
Universidad de las Américas-Puebla
En el presente documento describe en términos muy generales un eje conceptual que se aproxima a una psicología de cara al siglo XXI. Siglo que inicia con una fuerte tendencia hacia la generación, entendimiento y uso de sistemas de información. La psicología tiene importancia capital en este proceso. Cabe destacar que un amplio campo de conocimiento, dentro de esta disciplina, estudia el procesamiento humano de la información.
Aunque los trabajos sobre procesamiento humano de la información no abordan el estudio explícito de la conciencia, es posible afirmar que estos trabajos reconsideran como objeto de estudio, a muchos procesos relacionados con el darse cuenta. Sin embargo, éste no es el único campo de conocimiento de la psicología en donde la conciencia aparece en alguna medida como objeto de estudio. Hay otro tipo de aproximaciones más explícitas desde la psicofisiología, la psicología transpersonal y hasta del psicoanálisis. Todavía más interesante resulta descubrir que el inicio de la psicología científica experimental está íntimamente relacionado con el estudio de la conciencia.
Es aquí, en la psicología experimental en donde se facilita, de manera más clara, la comprensión de la otra parte del objeto de estudio de la psicología: la conducta. La psicología experimental, congruente con sus paradigmas estudia lo que se consideraba el aspecto más visible y mensurable de la psicología; el comportamiento.
Si bien la experimentación es el área de la psicología más fácilmente identificable por su énfasis en la conducta, en realidad es posible observar que la mayor parte de las orientaciones terapéuticas, si no todas, en el fondo tratan de modificar la conducta, pues toda técnica de intervención terapéutica pretende en alguna medida que el usuario aprenda, re-aprenda o des-aprenda alguna conducta. Sin embargo, en este aprender, es la conciencia lo que posibilita tal modificación. De hecho, existen procedimientos que explícitamente pretenden impactar, modificando la conciencia, el funcionamiento del organismo humano. En este sentido, las técnicas de autoconciencia son quizá el procedimiento más estudiado.
Por tanto, es posible definir a la psicología como la ciencia que estudia la conciencia y la conducta. También es posible afirmar que la aplicación del conocimiento de estos estudios va dirigido a influir la conciencia.
Dos de los procesos cognoscitivos más relacionados con la conciencia son la creatividad y la inteligencia. Ambos pueden ser considerados como un producto de la conciencia, aunque quizá la creatividad es el nivel de conciencia de mayor impacto en el desarrollo humano. Estas dimensiones humanas, la creatividad y la inteligencia no se consideran independientes. la interdependencia de las diferentes dimensiones del ser humano permiten la posibilidad de que al influir una dimensión, se afecte a otras. Es decir, se transforme. La inteligencia y la creatividad son transformaciones de la conciencia. El proceso que sostiene la transformación, es la atención. Sin ella ninguna transformación es posible.
El modelo holosintégico del ser humano muestra en su forma tetradimensional y en espiral que los eventos pueden ser comprendidos desde diferentes niveles de profundidad y e interpretación según sean las dimensiones más significativamente involucradas. La tetradimensionalidad se refiere a que debe observarse el modelo en movimiento en el espacio y en relación al observador, cuyo percatarse es su cuarta dimensión. Aquí se sugiere que el fundamento es la conciencia y que todas las dimensiones apuntan hacia la trascendencia y esta regresa al origen: la conciencia.
