De la trascendencia a la cotidianidad de la vida interior
Rafael Aluni
En este momento estoy tratando de sentirme, de utilizar lo que se me ha enseñado para vivir de un modo diferente este momento. Me doy cuenta de la necesidad de focalizar mi atención en la sensación de mi cuerpo y tratar de que ésta sea más profunda, mi respiración se ha vuelto más tranquila y mi percepción ha cambiado muy sutilmente, puedo percibir más estímulos. Este proceso me lleva a lugares en principio ya conocidos, no me es ajena ésta sensación de empezar a estar presente, puedo auto-observarme y puedo auto-recordarme. Esta introducción me ha servido para ubicar lo que quiero comunicar. Es muy sencillo, la experiencia cotidiana de tratar de auto-recordarme y de auto-observarme, normalmente presenta un esfuerzo para intentarlo, sin embargo la brecha después de muchos años en algunos momentos parece que se hace más pequeña. Y en estos años de intentarlo, puedo darme cuenta de que mi percepción ha cambiado, veo diferente a mis propios procesos y a lo que me rodea. Al estar en un estado alterado de la conciencia inducido por agentes externos me confirma y constato que estos años de autodisciplina han válido la pena; no necesito de esos agentes externos para percibir la realidad que en esos momentos se me presenta, puedo colocarme en ella de un modo diferente, no tan fácil, pero con muy semejantes efectos. El haber estado en éxtasis, trascendiéndome y comprendiendo muchas de mis dudas me permitió valorar el esfuerzo diario de recordarme, de relajarme, de meditar ... me planteo una nueva pregunta ¿ cómo darme cuenta de mi nuevas percepciones, de mis cambios ? ¿ Cómo no ser tan invisible a mí mismo? . No puedo negar que de alguna manera este intento me ha modificado. Sin embargo, tampoco puedo decir que es mío; que ya me pertenece, es elusivo. De ahí que desde un estado muy alterado de la conciencia, puedo percibir que mis estados alterados de la conciencia en la cotidianidad son y sin embargo no siempre puedo darme cuenta de ellos. Algo ha pasado y no he podido siempre estar ahí, es misterioso, es incomprensible para mí . Tengo la certeza de que vale la pena intentarlo, tengo los puntos de referencia desde lo externo (fácil) y desde lo interno ( de esfuerzo cotidiano). Tal vez, sea necesario considerar la permanencia de la experiencia a través de los dos caminos, en el camino fácil el proceso puede durar algunas horas y por el otro camino sólo algunos minutos ¿ entonces ?¡ que increíble trampa ! aquí entra en juego la posibilidad de intentar por medios propios el accesar a esa realidad, en otras palabras utilizar la voluntad, la intención, la atención .. en los caminos fáciles esto no es posible. Uno es dependiente. La dependencia en los caminos de trabajo es de otra naturaleza, la apoyan energías que tienen una influencia evolutiva para la persona y para el universo...podemos empezar a tener confianza en ello.
Para los amantes de la búsqueda, que las vibraciones les sean placenteras. RAM.
Para continuar con esta idea ...¿ hay algo que puedo dar además de mi conciencia ? tengo algo más?
Es evidente que no hablo del proceso cotidiano, mecánico, sino del proceso en el que me doy cuenta de que me doy cuenta. En donde se crean las respuestas, no donde suceden las reacciones. ¿ Qué se necesita en el momento presente ? ¿ hasta donde puedo percibir, hasta donde veo las probables consecuencias..? el acto de amar , inicia como un acto de dar atención , responsable, libre... de esta manera puedo regresar a la pregunta.. en verdad puedo dar algo más que mi conciencia ? Por que entonces, a veces , prefiero la obnubilación, la mecanicidad...¡esto me recuerda un poema que dice más o menos así:
A esa lucha de ruidos internos, que sólo escucho cuando me doy cuenta, a esa lucha que despierta, la belleza de la realidad a ella mi eterna compañera mi amor