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Mapas Mentales ¿Copyright?


El término Mind Map en algunos países es una marca registrada, sin embargo, el origen de la técnica de mapas mentales, e incluso el término, puede encontrarse en la literatura en fechas bastante previas a su registro. El trabajo de Tolman y posteriormente el de Novak parece ser realmente el origen de los mapas mentales. A estos autores se debe la técnica y el nombre.

El término Mind Mapping o Mind Map, es comúnmente usado para referirse un diagrama que establece relaciones semánticas, simbólicas o conceptuales. Generalmente, el diagrama tiene un centro del cual salen líneas para relacionar con otros conceptos. En el sitio "Software para Mind Mapping" pueden encontrarse algunos ejemplos y programas para realizar mapas mentales.

El término, es una marca registrada por Buzan. Es paradójico que algo que tiene sus orígenes en otros autores, que puede usarse como herramienta educativa, que se le relaciona con técnicas creativas, sea de uso reservado.

Si uno rastrea el origen, no sólo del témino "Mind Map" sino de la acción que implica hacer un mapa mental, se encontrará con literatura que data de finales de los 40 y con auge en los 60. Mucho antes de que alguien se apropiara del significado y de su uso.

Quizá Novak fue realmente el que llegó primero a desarrollar la técnica que actualmente es una "Marca Registrada". Sin embargo, el trabajo de Ausubel, sobre aprendizaje significativo, fue una fuerte influencia en Novak.

Aunque en otra dirección, pero altamente importante en cuanto al origen de los mapas mentales, puede citarse la obra de Tolman. Tolman, en 1948 escribió un artículo llamado "Cognitive Maps in Rats y Men". Este autor es probablemente el padre de la idea de mapa mental.

La mercantilización del término, ha contribuido a que se promuevan virtudes que difícilmente pueden encontrarse en la técnica. Buzan usa para la promoción de "su" marca comercial, consideraciones sobre el funcionamiento cerebral que no tienen respaldo científico. Por otro lado, una búsqueda en bases de datos especializadas en investigación psicológica o educativa indica resultados más bien modestos como técnica de aprendizaje. Esto no quiere decir que la técnica no tiene valor. Lo que se afirma es que su promoción comercial usa información probablemente incorrecta.

A pesar de lo anterior, es importante destacar que toda herramienta que ayude a las facultades cognoscitivas será siempre bienvenida. Así, usar los mapas mentales como herramienta para entender o analizar información, tomar notas o facilitar lluvia de ideas, probablemente pueda traducirse en un mejor desempeño cognitivo que ayude a las tareas de aprendizaje, al proceso creativo o en la vida cotidiana. Ojalá nos acerquemos pronto a un conocimiento que nos permita saber cuándo realmente funciona hacer un mapa mental, qué variables son importantes en su uso o como podemos utilizarlo más eficientemente.