Hace algún tiempo escribía algunas consideraciones mínimas para medir la creatividad. Algo que no contemplaba en ese escrito es que es bastante frecuente, y aceptado, medir la creatividad a través de jueces. Esto significa que un grupo de expertos en el área de creatividad que se está midiendo, son los que finalmente deciden si el producto es creativo o no.

Aunque el procedimiento no es exactamente como lo comento, pues implica una metodología estricta de acuerdo a los principios de la psicometría, en esencia es eso: un grupo de expertos dice si el producto es o no es creativo. Lo anterior resulta paradójico, porque la creatividad implica no sólo lo nuevo y original, sino que es bastante frecuente que esto nuevo y original se salga de la norma. Entonces, si los jueces dicen lo que es creativo o no creativo o qué tan creativo es, el producto deberá cumplir con la norma de los jueces.

Las grandes transformaciones en la historia implicaron rompimiento de reglas y los expertos de la época difícilmente vieron estas transformaciones como creativas.

La pregunta de fondo debería ser ¿para qué mido? ¿qué sentido tiene medir la creatividad? ¿sólo para saber si es creativo o no? si la respuesta es esto último quizá debamos abandonar la intención de medir.

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